nada por aki nada por allá

Otra patada en el estomago, otro golpe de gracia. Otro momento para recordar el dicho aquel de que el hombre, y supongo que la mujer también, es el único animal que tropieza con la misma piedra dos veces. Cuantas veces he de tropezar para darme cuenta de que ha y esa piedra en el camino, cuantas veces me ha de pasar lo mismo para que me de cuenta de una vez, que no debo confiar en la gente, en los mal llamados amigos, en las malas compañías. No gano nada al darme una y otra vez de cabezazos contra el mismo muro. La sangre me llena la cara, me invade el rostro, y no fluye por las venas como debería. No transporta el oxígeno al cerebro para que pueda razonar, ni pensar, ni llevar a cabo esos planes o ideas. Cuando me daré cuenta de que estoy rodeado de una putrefacción que lo único que consigo es pudrirme yo también, que consigue despojarme de mi propio ser. Anoche dormido en un banco de la calle a las cinco de la mañana, el frío me invadía, y no podía dejar de preguntarme que me había llevado hasta allí, como podía ser que salga un sábado noche y la parte mas divertida sea, marearme medio helado en un banco. Como explicar la sensación de perdida, de desencanto, de huida necesaria. Si realmente hay opción a algo tan inverosímil como puede ser el yo mismo, que alguien me lo explique, que alguien sea mi lazarillo y ayude a mi mente a volver a oxigenarse. Por último, dejo una de las mejores canciones de la historia, bueno segun mi parecer, pero no se si sera al vuestro también pero realmente necesito una escalera para llegar al cielo... Un beso entidades...