Sonidos de Cambios (1)

     Un buen día por la mañana de camino al trabajo, en la radio, comencé a escuchar, entre las palabras de los tertulianos del programa clásico de la radio matutina, un  extraño sonido. Mientras conducía, pensé que no era mas que las interferencias de una mala recepción. Movía el dial sin rumbo preferente, por que al mismo tiempo que cambiaba de emisora, el ruido, se hacia presente en cualquiera de ellas. Un sonido parecido a chasquidos, chasquidos de palomitas apagadas, de burbujas de plástico apretadas. No es mas que la radio estropeada, o cualquier parte de mi coche que realizaba las interferencias en la radio. En la caravana de coches, en la entrada de la gran ciudad, allí parados, todos, escuchando, oyendo, ese extraño sonido. Como no darse cuenta de la situación, si todos nos mirábamos con cara de incrédulos, con la mirada de extrañeza y de la certeza de saber que la persona a la que estas mirando está pensando igual que uno mismo.

     No era una mañana muy diferente a las demás, tal vez alguna que otra nube en un cielo rallado de la luz del amanecer, en el que no hacia demasiado frío, al ser un día normal de primeros de otoño. Nada que tachase lo anormal, ni noticias ni movimientos extraños. Nada solo aquel ruido en todas las frecuencias, llame un momento por teléfono al trabajo y al comenzar la llamada ahí también estaban los sonidos, los chasquidos. Avisé que no llegaba a tiempo debido a la inusual cola de vehículos, y por curiosidad pregunté si  mi compañera podía escuchar ese sonido tan molesto, a lo que ella comentó que si, que desde que ella estaba en la oficina, también pudo empezar a escuchar ese sonido.

     De repente en todas las emisoras comienzan a darse cuenta de tal ruido o parásito en sus emisiones, con las consiguientes hipótesis que empezaron a crear los tertulianos de turno, o a reír del ruido en los programas menos serios. Cuando de repente sin que me de cuenta, el sonido, el ruido desaparece, llevando se con el las voces de los locutores, la música de las radio formulas, las llamadas de teléfono.

      Ahora si que empiezo a preocuparme de verdad, no hay nada de sonido en ninguna emisora, en ninguno de los vehículos que tengo a mi alrededor, nadie puede escuchar nada, ninguna opinión ninguna canción. Salgo de mi coche parado, al igual que muchos de los que allí en aquella carretera en la que muchos nos encontrábamos parados. Nos vamos cruzando las miradas atónitos, con miradas ya mas de miedo en algunos casos y de extrañeza, en otros. 

    Un sonido rosa empieza a producirse al unisono en todos los aparatos que aun estaban en marcha, lógicamente todos volvimos a entrar en nuestros vehículos a reducir el sonido de nuestras radios, pero, blanco me quedé al oir una voz profunda indicando que no nos asustásemos, que esto era una emisión de emergencia:

          -"Esta es una emisión de emergencia del Gobierno, por favor no apaguen sus aparatos. Gracias."

     Esa fue la primera evidencia de que algo mas alla de toda duda estaba pasando...